Poema Al INVO



AL INSTITUTO NACIONAL DE VARONES DE OCCIDENTE

Por: Werner A. Ovalle López

¡Instituto! ¡Instituto! hoy que luces tu encanto

Hoy que vistes de gala, te saluda mi canto contemplando extasiado tu soberbio esplendor

Y la efigie dorada que presenta tu torre,

Nos indica entre tanto que por tus aulas corre

Un aliento perlado de saberes y amor.

Cuando invade mi mente dolorosa añoranza

Que vivió cobijada con dulce esperanza

De poder contemplarte como te muestras hoy

Con tus patios que brillan por su estricta limpieza:

Por doquiera te adornan tu majestad y belleza

Yo admirándote vivo y admirándote estoy.

¡Qué proficuas las horas que he pasado en tus clases!

¡Qué orgulloso me siento hoy que sé que renaces!

¡Qué deleite me invade al poder admirarte,

Me deslumbra la fila de tus regias ventanas

Columbradas de ciencias en doradas mañanas:

¡El más digno motivo que nos puede inspirar!

¡Eres rosa que esparce del saber la fragancia.

Eres joya invade, la soberbia elegancia

Eres circo que se abre a un reguero de luz,

En que vive mi espíritus de pureza perenne,

En un vicio perpetúo de la amistad solemne

Ante el símbolo sacro de lenificación.

De tu seno han salido ciudadanos tan sabios,

Como honrado me siento al nombrarte en mis labios

¡Porque se que eres rosa del jardín del saber

Si esta vez tranquilas muchas piernas cabezas

Han venido sonrientes con hermosas promesas,

En un toro cuando eras un rincón sin color.

Hoy que en cambio te hiere du su majestuoso y altivo,

A las almas le rindes jubiloso motivo y felices momentos

Matizados de amor,

INVO tu nombre brilla en nuestra historia

Anda ver tus maestros coronados de Gloria

Engarrazando tus triunfos, como hicieron ayer!

INVO cien años de gloria

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